Resumen teórico
LO SONORO
EL SONIDO
El sonido es una manifestación física presente de forma constante en la vida diaria, y su estudio en la etapa
de Educación Infantil es fundamental, ya que contribuye al desarrollo sensorial, cognitivo y comunicativo.
Desde edades tempranas, los niños reaccionan a estímulos sonoros, lo que les permite construir significados y
establecer relaciones con su entorno. Además, el sonido resulta esencial para captar y mantener la atención,
facilitando la concentración y el aprendizaje, ya que la atención auditiva es una competencia básica en esta
etapa.
Es importante distinguir entre oír, que es un proceso pasivo y fisiológico, y escuchar, que implica una acción
voluntaria que requiere atención y comprensión.
Fomentar la escucha activa en el aula favorece el desarrollo de habilidades como la empatía, la comunicación y
la comprensión. Asimismo, el sonido complementa la información que se percibe a través de otros sentidos,
permitiendo anticipar eventos y promoviendo una percepción global que favorece la construcción del
conocimiento mediante la interacción multisensorial.
EL PAISAJE SONORO
El paisaje sonoro es el conjunto de sonidos naturales, humanos o artificiales que conforman el entorno
acústico en un momento y lugar determinados, aportando información sobre el espacio y contribuyendo a la
creación de una identidad sonora. Cada entorno posee un paisaje sonoro único y dinámico, influido por factores
como la hora del día, la estación del año, la actividad humana y el contexto cultural. Escuchar y analizar
estos sonidos mejora la comprensión del entorno y favorece el desarrollo de la conciencia sonora. Educar en la
escucha no solo potencia las habilidades auditivas, sino que también ofrece una nueva forma de percibir y
relacionarse con el medio. En este sentido, es fundamental cultivar la sensibilidad tanto hacia el sonido como
hacía el silencio, ya que este último permite contrastar, reflexionar y favorece la atención plena. El
registro y recreación del paisaje sonoro puede llevarse a cabo mediante grabaciones, dibujos, dramatizaciones
o producciones sonoras, permitiendo que los niños representen diferentes contextos acústicos. Además, a través
de la recreación sonora con instrumentos, objetos cotidianos o el propio cuerpo, los niños exploran el sonido
de forma lúdica, desarrollando capacidades de imitación, invención y creación sonora.
EL SILENCIO
El silencio, aunque comúnmente se percibe como ausencia de sonido, es un elemento esencial del paisaje sonoro
y de la educación auditiva, con un importante valor expresivo, emocional y pedagógico. Es fundamental para
favorecer la escucha activa, ya que propicia la atención, la calma y la interiorización del aprendizaje,
preparando el oído para percibir con mayor detalle los estímulos sonoros. El contraste entre sonido y silencio
facilita la discriminación auditiva y la atención selectiva, al resaltar el valor del sonido mediante su
alternancia. Además, el silencio genera expectación en contextos expresivos como los cuentos o los juegos,
creando tensión y sorpresa, lo que estimula la imaginación y enriquece la experiencia sonora infantil.
LA MÚSICA
La música es una forma de expresión artística basada en el sonido que, en la etapa de Educación Infantil,
contribuye al desarrollo integral del niño al estimular la creatividad, la expresión, la coordinación y las
habilidades sociales. Se compone de sonidos organizados que pueden provenir de instrumentos, la voz, objetos
cotidianos o la naturaleza, siendo clave la intención creativa y su estructuración mediante elementos como el
ritmo y la melodía. Hacer música implica la capacidad de seleccionar y combinar sonidos de manera consciente,
una habilidad que se desarrolla a través de la práctica y la escucha activa, favoreciendo en la infancia la
sensibilidad estética y el aprendizaje global. Es importante diferenciar entre música y ruido: mientras la
música es un sonido organizado con intención expresiva, el ruido suele ser desordenado o molesto, aunque
también puede utilizarse con fines creativos. Esta distinción ayuda a desarrollar el criterio auditivo y a
valorar de forma crítica y sensible el entorno sonoro.
TIMBRE
El timbre es la cualidad del sonido que nos permite identificar y diferenciar distintas fuentes sonoras,
incluso cuando tienen la misma altura e intensidad, por lo que se le conoce como el “vestido del sonido”, ya
que le aporta color, personalidad y lo distingue como una “ropa sonora” única. Cada instrumento, voz u objeto
posee un timbre particular, lo que explica por qué una guitarra suena diferente a un piano, aunque interpreten
la misma nota. El timbre está determinado por diversos factores físicos: el material del que está hecho el
objeto (madera, metal, plástico, etc.), su forma y tamaño, y la manera en que se produce el sonido (golpeado,
frotado, soplado o pulsado), ya que cada uno de estos elementos afecta la forma en que vibra el objeto y, por
tanto, su timbre. En Educación Infantil, se pueden realizar actividades relacionadas con el timbre como
discriminar y adivinar el objeto que produce un sonido, emparejar instrumentos por similitud tímbrica o
manipular diferentes instrumentos para descubrir y explorar sus sonidos, favoreciendo así la percepción
auditiva y el desarrollo sensorial.
ALTURA DEL SONIDO
La altura es una cualidad del sonido que nos permite distinguir si un sonido es agudo o grave, y está
determinada por la frecuencia, es decir, la velocidad con la que vibra un objeto. Esta frecuencia se mide en
hercios (Hz) y representa cuántas vibraciones por segundo se producen: las vibraciones lentas generan sonidos
graves, como los de un tambor grande, mientras que las vibraciones rápidas producen sonidos agudos, como los
de un silbato. Según el tipo de frecuencia, los sonidos pueden tener una altura determinada, como en el caso
de una nota musical con frecuencia regular, o una altura indeterminada, como ocurre con los ruidos o golpes
que presentan una frecuencia irregular. Cada instrumento musical produce sonidos con distintas alturas: un
violín emite sonidos agudos gracias a sus cuerdas tensas y delgadas, un contrabajo genera sonidos graves por
sus cuerdas largas y gruesas, y un tambor produce sonidos de altura indeterminada debido a la irregularidad de
su vibración.
Hay sonidos agudos y graves porque cada objeto vibra a una velocidad diferente según su tamaño, forma y
material: los objetos pequeños y tensos vibran más rápido, produciendo sonidos agudos, mientras que los
grandes o sueltos vibran más lentamente, generando sonidos graves. En el ámbito musical, el glissando es un
efecto que consiste en deslizarse de forma continua de una nota a otra, pasando por todas las alturas
intermedias. Este deslizamiento puede ser ascendente, de un sonido grave a uno agudo, o descendente, de agudo
a grave, y se utiliza con frecuencia para aportar expresividad y dramatismo en una interpretación musical. En
Educación Infantil, se pueden realizar actividades como la discriminación entre sonidos graves y agudos, o la
diferenciación entre distintas alturas, fomentando así la percepción auditiva y la sensibilidad musical desde
edades tempranas.
DURACIÓN
La duración es una cualidad del sonido que indica el tiempo que este permanece desde que comienza hasta que
termina. Existen sonidos largos, como el de una campana sostenida, y sonidos cortos, como un aplauso. Además,
la duración también se puede vincular con la velocidad en la que se suceden los sonidos: los sonidos rápidos
son breves y se escuchan muy seguidos, mientras que los lentos son más espaciados o prolongados. Esta cualidad
está directamente relacionada con el concepto de tiempo, siendo fundamental para estructurar el ritmo musical.
En Educación Infantil, se pueden trabajar actividades como emitir sonidos largos y cortos o dibujar líneas de
diferente longitud en función de la duración del sonido, favoreciendo así la percepción temporal y la
coordinación auditiva y motriz.
INTENSIDAD
La intensidad es la cualidad del sonido que permite distinguir si un sonido es fuerte o suave. Los sonidos
suaves, como un susurro, tienen poca fuerza, mientras que los sonidos fuertes, como un trueno, poseen mucha
energía. La intensidad funciona como un "mando del volumen": al subirlo, el sonido se vuelve más fuerte, y al
bajarlo, más suave. Es importante diferenciar que fuerte no significa rápido, ni suave significa lento; un
sonido puede ser fuerte y lento, como un tambor golpeado despacio, o suave y rápido, como pasos ligeros. En
Educación Infantil, se pueden realizar actividades donde los niños experimenten tocando instrumentos de forma
suave y fuerte para desarrollar el control auditivo y la expresión musical.
Prácticas taller
Práctica 1: “A qué suenan los cuentos”
Objetivos:
Identificar sensaciones de nuestro cuerpo y expresar con este y nuestra voz las sensaciones corporales.
Expresar, a través de la voz, diferentes personajes, modulando la voz y ampliando el registro vocal y la
entonación.
Interpretar o crear un paisaje sonoro a través de los recursos vocales y corporales.
Crear un paisaje sonoro a través de los recursos musicales, corporales e instrumentales inspirados en un cuento
tradicional.
Contenidos musicales:
Instrumentos: triángulo, carrillón, timbal.
Notación no convencional.
Materiales:
Tarjetas plastificadas.
Descripción:
En la primera parte de la práctica, comenzamos poniéndonos en círculo para realizar una dinámica de
relajación, llamada escáner corporal, en la cual pudimos ser conscientes de las sensaciones que tenían todas
las partes de nuestro cuerpo.
A continuación, manteniendo el círculo, cada persona tuvo que decir su nombre en voz alta reflejando con la
voz y con el movimiento esa sensación que predominaba en su cuerpo en ese momento. Por ejemplo, si la
sensación que tenía la persona era de tranquilidad, la voz al decir su nombre tenía que ser suave y lenta, y
los movimientos que se hicieran debían ser delicados y pausados.
A continuación, realizamos una actividad denominada “Gibberish”. Esta consistió en que cada uno de los
estudiantes andara por la clase de forma libre, sin seguir a nadie, y cuando la profesora hiciera sonar una
campana, había que establecer una conversación en lenguaje inventado, de ahí el nombre de la actividad, con la
primera persona que estableciéramos contacto visual, la que estuviera a nuestro lado, la que nos encontramos
al girarse, etc.
Como segunda parte de esta actividad, continuamos con la misma dinámica pero añadiendo una característica.
Cuando la profesora hacía sonar la campana, mostraba una tarjeta y según lo que estuviera escrito en ella
teníamos que mantener una conversación en idioma gibberish de acuerdo a ella. Por ejemplo, si en la tarjeta
ponía “militar”, teníamos que entablar una conversación imitando a un militar.
En la siguiente parte de la clase, trabajamos la creación de paisajes sonoros.
En primer lugar, tuvimos que crear un paisaje sonoro entre toda la clase. La profesora decía la temática de
este, cerrábamos los ojos y cuando sonaba la señal, cada persona empezaba a hacer un sonido el cual tenía que
contribuir a crear el paisaje sonoro.
En segundo lugar, por grupos creamos el paisaje sonoro para diferentes cuentos infantiles. Tuvimos que formar
4 grupos de la siguiente forma: cada persona iba diciendo un número del 1 al 4 siguiendo el orden. Una vez
formados los grupos, la profesora repartió a cada uno un cuento, y con el cuerpo, la voz y como máximo 2
instrumentos tuvimos que crear el paisaje sonoro adecuado a ese cuento. Cada grupo tuvo 10-15 minutos para
preparar el paisaje sonoro y una vez pasado este tiempo, cada grupo lo presentó al resto. Había que escucharlo
con los ojos cerrados e intentar adivinar de qué cuento se trataba.
Para finalizar la sesión práctica, lo hicimos con una pequeña asamblea, donde recapitulamos todas y cada de
las actividades que realizamos a lo largo de la clase. Con ayuda de la profesora, conocimos los objetivos que
se pretendían conseguir con el conjunto de actividades realizadas. En este pequeño rato de asamblea también
pudimos recopilar tanto las dificultades que habíamos tenido durante la práctica así como momentos que
queríamos destacar del desarrollo de las actividades.
Valoración crítica de la sesión:
La sesión comenzó con una dinámica de presentación en la que participamos toda la clase, cada uno de nosotros
compartimos nuestro nombre a través de nuestra voz reflejando nuestro estado de ánimo. Esta actividad fue
necesaria para conocer el nombre de nuestros compañeros y explorar nuestras emociones y sentimientos además de
permitirnos conectar con los demás. Fue muy interesante escuchar a cada uno de nosotros y las diferentes
formas de expresarnos, generando un ambiente de empatía y conexión de grupo desde el principio.
En la segunda parte de la sesión realizamos una actividad llamada “Gibberish” en la cual teníamos que caminar
libremente por la clase sin seguir a nadie en particular. Al sonar la campana debíamos establecer conversación
en un lenguaje inventado con la persona con la que tuviéramos contacto visual. Consideramos esta actividad muy
divertida y desinhibida. Nos permitió comunicarnos sin palabras reales, fomentando la espontaneidad y la
expresión sin miedo al error. Nos permitió establecer conexión con el grupo y perder la vergüenza, ya que
algunas/os se sintieron algo incómodos al inicio, pero seguidamente fuimos disfrutando de la actividad.
Después realizamos una actividad que consistía en la creación de un paisaje sonoro. Como grupo pensamos que
fue muy enriquecedora y creativa. La primera parte, en la que toda la clase participó en un mismo paisaje
sonoro, nos permitió explorar distintos sonidos. En la segunda parte, la dinámica grupal nos ayudó a trabajar
en equipo, combinando nuestras voces, cuerpos e instrumentos para representar un cuento infantil. Fue
interesante ver cómo cada grupo interpretó su historia y cómo el resto intentaba adivinarla. En general, fue
una experiencia divertida y estimulante que favoreció la imaginación y la colaboración.
El cierre de la sesión, fue sin duda la parte que más disfrutamos como grupo. Fue una actividad muy
productiva y enriquecedora, ya que al trabajar por grupos pudimos fomentar nuestra creatividad y reforzar la
conexión como grupo. ya que aprendimos a trabajar juntos y desarrollar habilidades de escucha y coordinación.
Sin embargo, creemos que para futuras sesiones sería beneficioso dedicar un tiempo al final de cada sesión. Un
momento de reflexión grupal que nos permita compartir nuestras impresiones, destacar lo que más nos ha gustado
y proponer mejoras constructivas, para contribuir a la mejora de las próximas actividades.
Práctica 3: “Álbumes ilustrados”
Objetivos:
Relacionar diferentes adjetivos a los sonidos representados con símbolos.
Interpretar esos sonidos con la voz.
Representar una atmósfera sonora a partir de las emociones y sensaciones que se reflejan en un texto.
Crear un paisaje sonoro a partir de las ilustraciones de un álbum ilustrado.
Contenidos musicales:
Sonidos.
Paisajes sonoros.
Recursos sonoros: voz, cuerpo e instrumentos.
Materiales:
Xilófono
Güiro
Cortinilla
Cabasa
Triángulos
Crótalos
Palillos
Platillos
Claves
Crótalos
Carraca
Gong
Pandero
Piano
Maracas
Cascabeles
Descripción:
La primera actividad, como he mencionado anteriormente, teníamos una serie de dibujos en la pizarra, todos
distintos a otros, y la profesora iba preguntando generalmente qué sonido nos transmitía aquel dibujo. Cada
uno de nosotros aportaba distintos adjetivos o coincidimos en su idea, una vez recogidos varios adjetivos,
teníamos que representar dichos sonidos de la manera que habíamos indicado que sentíamos, sonidos realizados
por nuestra voz así que una vez lo hacíamos, cada compañera/o tenía una perspectiva totalmente diferente así
que así veíamos la diversidad como también la variedad de sonidos que podría ser un mismo dibujo. Todo esto se
hace lo mismo hasta terminar todos los dibujos que se mostraban en la pizarra.
La segunda actividad era una total continuación de la anterior actividad, con la diferencia de que sí
teníamos que representar estos sonidos también con los mismos adjetivos y, de la manera que nosotros los
sentíamos, pero, esta vez a través de una variedad de instrumentos que teníamos en el centro de la clase.
algunos tenían un sonido más agudo, grave, constante o corto que los demás, salíamos de manera voluntaria a
tocar algunos de ellos.
En la tercera actividad la clase empieza a agruparse en dos grupos, la profesora reparte un contexto a cada
grupo en la que cada, sucede una serie de acciones, con lo cual, como grupo debemos de representar el sonido
adecuado a través de varios instrumentos de manera que se llegue a comprender lo que está sucediendo, es
decir, poner énfasis a la escena. Una vez que cada grupo lo representaba se hacía, en primer lugar, sin ningún
tipo de texto, y en segundo lugar la profesora leía la secuencia para una posible mejora.
Finalmente, en la última actividad, volvemos a reagruparnos pero esta vez habrá cuatro grupos. Cada
representante de su grupo se acerca al centro del aula donde se encuentran los álbumes ilustrados y
procederemos a sonorizar varias escenas que ocurren con la ayuda de los instrumentos que consideremos mejor
para transmitir.
Valoración crítica de la sesión:
La sesión comenzó con una dinámica en la que la profesora nos pidió observar la pizarra, donde encontramos
varios dibujos diferentes. Luego, debíamos describirlos con adjetivos relacionados con su sonido, cerrar los
ojos y representarlo mediante la voz. La segunda actividad consistió en elegir un instrumento y tocarlo de
acuerdo con la relación que establecemos con cada dibujo. En la tercera actividad, la profesora nos entregó un
papel con una historia. Primero, la representamos con los instrumentos sin haber leído el texto, y
posteriormente lo hicimos leyéndolo. Por último, nos dividimos en grupos, y cada uno eligió un cuento que al
finalizar la clase tuvimos que representar utilizando los instrumentos seleccionados previamente. El
desarrollo de la sesión nos gustó bastante ya que estaba muy bien estructurada, bien organizada y que nos
llamó bastante la atención permitiéndonos explorar las diferentes formas de expresión musical a través de la
observación, la creatividad y la interpretación. Uno de los aspectos más positivos y que más hemos destacado
de esta sesión es la variedad de actividades que realizamos y lo bien combinadas que estaban todas, toda la
sesión nos ha servido para enriquecer nuestra experiencia de aprendizaje. Esta sesión nos permitió establecer
una conexión con el grupo y perder la vergüenza, ya que la profesora consiguió que sin vergüenza disfrutásemos
de la sesión y de todas y cada una de las actividades, fueron actividades muy productiva y enriquecedoras, ya
que al trabajar por grupos pudimos fomentar nuestra creatividad y debatir como grupo, reforzando así la
conexión como grupo reforzar la conexión como grupo. Si tuviésemos que sacar algo negativo de esta sesión,
hemos pensado que en lugar de hacer 4 actividades en una hora, hacer tres y dedicarles más tiempo y acabar la
sesión a nuestra hora, sin la necesidad de quedarnos más tiempo del que corresponde y poder dedicar un momento
de reflexión grupal y valoración final que nos permita compartir nuestras impresiones, que es lo que más nos
ha gustado, qué hemos aprendido y que nos gustaría cambiar para contribuir a la mejora de las próximas
actividades.